Imágenes Pre-camaleón
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“Los padres del camaleón tienen una historia que contar”




Al principio fue... "Fiat Lux." Hágase la luz y que empiece el espectáculo. Me llamo Rafael Jiménez Torres y como haría Roy Scheider en la película All That Jazz (1979), voy a pensar seriamente acerca de quíen soy, como no sacaré nada en claro soñaré luego para después escribir bosquejos, apuntes y notas que han cincelado mi vida, formación y carácter. La evocación tiene enemigos acérrimos; la verdad que quizá no fue, el relato exagerado y desvirtuado, la necesidad de creer en algo, llenar los vacíos con sueños y hechos nada gloriosos y sí cotidianos, sublima y oculta a la vez episodios, personas y acciones. La memoria es traicionera quedando atrapada entre la neblina del olvido y la tela de araña de silencios que teje los años que vas cumpliendo. Seré sincero en la medida de lo posible trayendo a vosotros vivencias, anécdotas e historias alojadas en un contexto muy diferente al actual, el vuestro y mío también. Esta primera página está dedicada como es lógico a los padres de uno. Sin ellos esta estupenda y bien pensada y mejor realizada página web no tendría sentido. Y, como diría Cervantes en El Quijote: "De gente bien nacida es agradecer los beneficios que recibe". Quiero deciros que con el tiempo comprendes los acontecimientos acaecidos, parece que todo casa en una carambola de despropósitos y aciertos; perdonas y sigues hacia delante, no hay nada más. No nací en un árbol, nunca he cambiado de color ni tampoco comía moscas entonces. Era un niño bien peinado y regordete. Mis padres dan fe de ello. Muy guapo, eso sí, herencia de galgo tal y como se puede comprobar en las diapositivas anteriores. Nacieron ambos durante la Guerra Civil Española. Tiempo de hambre, barbarie, miedo y dolor. Hay demasidadas historias que contar que quedan en la intimidad de los sufrientes. Los bombardeos están ya lejanos en el tiempo no así los refugios de la guerra donde moriría entre tantos seres anónimos un familiar de mi padre; galerías de ingeniería civil muy cerca de los hogares que habitaron y hoy puestos en valor aunque de forma desafortunada según mi opinión. Luego, penurias y estrecheces en una posguerra cruel y gris. Mi padre trabajaría en la panadería de mi abuelo a la vez que estudiaba en el Colegio de la Salle el Bachillerato y mi madre las primeras letras en la graduada situada en la calle Aráez. Más tarde mi padre se haría maestro escuela como se decía antes en la Escuela Nacional de Magisterio situada en la calle Marqués de Comillas en 1958. Llegó entonces el tiempo de la milicia. Sería en Madrid en el Batallón del Ministerio del Ejército. Año clave pues nacería TVE; tendría lugar la última guerra colonial española en Sidi-Ifni y en el interior del país se percibirá una tímida apertura económica desde la Dictadura después del desastre de la penosa y cutre autarquía de posguerra; es el giro hacia la España tecnócrata y pseudoliberal en los años 60. El tiempo avanza y las ilusiones también. Ignoro si en los siguientes años tenía ya algún sitio en el Universo de partículas subatómicas suspendidas en un caldo primigenio de agua, amoníaco, metano, gases... No entiendo bien el fenómeno de la vida, su azar o quizá algo más. No lo sabré hasta ese día que espero sea tarde. La metafísica es propia de la curiosidad humana. ¿De dónde venimos, hacia dónde vamos, quién soy..? Me estoy rayando, como me dicen en clase y desviando del tema. Siempre lo hago. El enlace matrimonial tendrá lugar en junio de 1963. Imagen a manera de tarjeta postal previa a la boda, siguiente diapostiva, la pareja en el tercer recinto de la Alcazaba de Almería. No había muchos sitios donde ir. Viaje de novios a Madrid. El Escorial y claro, las Ventas. Mi madre recuerda todavía un piropo de los de antes supongo que lanzado por un chulapo a al tendido donde estaba mi madre, su musa. Mi padre sigue ojeroso por ello. Comenta también que nuestro ilustre vecino Jesús de Perceval, al que encontraba meditabundo por la calle contínuamente, quiso pintar a mi madre supongo que cautivado por sus ojos o cualquier otra inspiración de autor. Mi padre otra vez ojeroso hasta el suelo, prohibirá tal encuentro. "Podríamos haber sido ricos". Mala suerte. Durante los próximos cincuenta años, Bodas de Oro en 2013, lloverá tanto que hasta los secos y áridos campos de Almería se colmarán de bienes y avenidas. Las diapositivas hablan de ello. Me quedo con la última, señal de que han recorrido las estaciones de la vida. En ésta, la parejita en el Valle de la Orotava, Tenerife, y con drago milenario como telón excepcional de hace tres años, creo. Buenos momentos; difíciles, también. Nada ajeno a ese apasioante camino que es la vida. Tendrán cuatro hijos. El primogénito, yo, sin ser sacrificado o a punto de serlo como el de Abraham. La niña, siempre hay una niña, Eloísa; Juan José y Francisco Ernesto. Os hablaré de ellos en las siguientes páginas. Gente leal que gusta de los placeres sencillos, de la amistad y cuatro risas, trabajadores y luchadores por sacar a sus familias hacia delante; ya mayores aunque yo siga viéndolos sopesándolos en mis brazos cambiándoles los pañales de gasa o probando el biberón en la palma de mi mano. Pude haberlo hecho mejor, lo sé. Desde aquí mi cariño y gratitud. Termino esta primera reflexión con una frase nada prosaica y, sin embargo, no exenta de verdad. Para todos vosotros, ánimo, leer y sed felices. Siempre. El Camaleón.
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes". John Lennon