Filosofía de un Pollo
¿A quién le importa lo que un pollo haga o no? No podemos predecir científicamente según ecuaciones, logoritmos, juego de la bonoloto y auxilio de la recurrente fe todo fenómeno que nos rodea ni entendemos. Cuando a mí me decían pollo hacía siempre lo que me daba la gana. ¡Oye, pollo, haz caso a tus mayores! Me pone enfermo la soberbia y condescendencia de los demás. Nunca hice el menor caso y terminé siendo...pollo. Es el bicho menos interesante de la zoología, excepto para nuestros estómagos, duplicando actualmente su número al de humanos del planeta. Cruzar una carretera implica tomar una decisión sesuda e importante como, por ejemplo, saber qué cenar y dónde. ¿Comida basura o contenedor con neón incluido? ¿Por qué damos tantas vueltas a las cosas? Es sencillo llegar a una conclusión no conspicua, no políticamente correcta, no que convenza a todo el mundo. No es necesario una tesis doctoral para descubrir que la tostada siempre cae hacia el lado de la mantequilla. Repito, dejad que el misterio embargue vuestra vida, no todo tiene explicación, no todo es comprensible, "el error es maravilloso, es parte del juego". Yo creo que el pollo cruzó la carretera porque no sabe volar, no puede volar, pasa de volar. Su caminar es rápido, de trayectoria irregular y celoso de su harén; el tonto se cree amo del gallinero. Sin embargo, esconde un secreto, un as debajo del ala. El pollo cruzó la carretera con solemnidad y seguridad debido al catadióptrico de su penacho de carne roja en su cabeza, vamos, cresta. ¿Quién estaba al otro lado? No hay metafísica en la respuesta ni consuelo más allá de un arcén que para algunos no llega ni a metro y medio de plenitud. En el caso del pollo, no será el matadero ni el Kentucky Fried Chiken. Quizá una gallina arreglada para ir de marcha, quizá fuera a la consulta de fonometría porque perdió la voz y no servía ya ni para dar la hora al amanecer. Y si os resulta frío este artículo, porque no tengo respuestas ni ahí abajo vais a encontrarlas, os dejo una cita maravillosa de Susan Sotang, novelista y ensayista estadounidense. "Las únicas respuestas interesantes son las que destruyen las preguntas" Este artículo es una estupidez. Bueno, que os sirva de lección. Y, la próxima vez, mirad a izquierda y derecha antes de atravesar una carretera sin paso de peatones. El Camaleón.

EL CONSEJO DEL DÍA:
“No importa como haya ido el día...
Vuelve siempre a casa con la cabeza bien alta.”
Vuelve siempre a casa con la cabeza bien alta.”
